Acupuntura
La medicina tradicional china ha utilizado la acupuntura como técnica terapéutica durante siglos, basándose en la creencia de que el cuerpo humano es un sistema de flujo energético y entiende que la enfermedad es el resultado de un desequilibrio en la energía vital que circula por todo el cuerpo, llamada QI (Chi).
El trabajo del acupuntor es identificar la causa del problema, señalar las áreas donde el flujo de energía se ha descompensado y aplicar allí técnicas para restablecer el equilibrio.
Según la medicina tradicional china, la enfermedad y el dolor se producen como consecuencia de un desequilibrio entre las dos fuerzas que gobiernan el cuerpo humano: el yin y el yang. Este desequilibrio obstruye el flujo de energía vital llamado Qi o Chi.
La acupuntura implica introducir agujas muy finas en diferentes profundidades de la piel del paciente para estimular puntos concretos del cuerpo para restaurar el flujo y el equilibrio de energía del cuerpo.
Los puntos de acupuntura o resonadores están distribuidos por canales energéticos llamados meridianos (vías que distribuyen la energía por todo el organismo), correspondiendo cada uno de ellos a un órgano o sistema orgánico.
Algunos estudios han demostrado que la acupuntura puede cambiar la composición química del cerebro, influir en la liberación de neurotransmisores y hormonas, y alterar funciones del sistema nervioso que afectan a los mecanismos involuntarios del cuerpo, como la circulación sanguínea, la presión arterial y las respuestas inmunes.
Beneficios de la Acupuntura
Son muchos los beneficios que ofrece este método. La acupuntura tiene la gran capacidad de aumentar la energía vital, fortalecer el sistema inmunitario, mejora la circulación sanguínea, equilibrar la energía y mejorar la salud general a un ritmo elevado.
Su eficacia se debe a la liberación de neurotransmisores originados en el sistema nervioso central, como serotonina, endorfinas y otras hormonas encargadas de producir efectos analgésicos y antiinflamatorios en el organismo.
La acupuntura ha cambiado a lo largo de los años, de modo que muchas personas la ven como un tratamiento alternativo para algunas afecciones que la medicina occidental no puede tratar por sí sola sin el uso de fármacos de manera invasiva. Algunos beneficios incluyen:
Disminuye el estrés, la ansiedad y la depresión
Ayuda a aliviar el dolor
Reduce la inflamación
Minimiza reacciones alérgicas y el asma
Mejora la digestión
Alivia los efectos secundarios posteriores a la radioterapia y quimioterapia
Potencia el sistema inmunitario
Ayuda a dejar de fumar
Ayuda a la fertilidad
Cura más rápido las afecciones de músculos, huesos y articulaciones
Mejora del sueño